El mayor lastre para los agricultores es el hundimiento de los precios. "Estamos vendiendo el aceite a menos de dos euros. La situación es totalmente insostenible", ha explicado un olivarero.

Un problema que se extiende a diferentes cultivos y que se materializa en que les pagan menos que hace 15 años. "A los productores les bajan los precios al suelo y a los consumidores no se los tocan, y, si lo hacen, es para arriba", ha explicado un agricultor.

Un ejemplo claro de esto es el caso de la patata, que pasó de los 22 céntimos de media en 1993 a los 11 céntimos en 2018.

Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector agrario es la competencia desleal que sufren por parte de las importaciones de países terceros. Según los agricultores, estos se pasan menos controles.

"Cada año les incrementan la cuota de importación y tienen menos aranceles", ha señalado uno de ellos.

Estos denuncian también los recortes de las ayudas de la política agraria común. "Llevamos un 20% menos desde que se empezaron a reducir", ha destacado Manuel Alfonso Torres, presidente de Infaoliva.

Por su parte, en el campo valenciano se suman las perdidas sufridas por el veto ruso durante el conflicto de Ucrania, lo que ha hecho mella en cultivos como el caqui.

"Se pudieron los grandes jefes en contra y los rusos dijeron: 'Aquí no entra caqui'", ha explicado uno de los agricultores afectados.

Para poder paliarlo piden compensaciones económicas.