Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, analiza en el programa la sentencia dictaminada por el Tribunal Supremo en el juicio del 'procés'. Aunque asegura que "es muy difícil hacer una valoración objetiva", considera que es "una sentencia muy sólida".

"En la primera parte intenta desechar la vulneración de derechos fundamentales, está muy bien construida", indica. También cree que "argumenta muy bien el hecho de que no existe un delito de rebelión, no se ha utilizado la violencia para cambiar un orden político".

En cambio, encuentra que "la justificación de la sedición es un poco coja". "Leyendo la sentencia da la impresión de que la sedición es cualquier tipo de desobediencia o resistencia a la autoridad que se haga de manera organizada, se viene a decir que fue cuando no se dejó que la Policía entrenase a requisar los elementos de la votación irregular o cuando los ciudadanos obstaculizaron los registros". Eso, dice, le provoca algunas dudas y podría dar pie a que "se aplicase en las protestas que consisten en ocupar determinadas instituciones o para paralizar los desahucios".

Además, el experto se muestra sorprendido con las penas: "El Tribunal Supremo ha tirado un poco hacia arriba, en especial en la pena de 'los Jordis' y de Carme Forcadell. No queda muy clara la diferencia entra la desobediencia y la sedición", incida.

A pesar de ello, manifiesta que la sentencia "no castiga ideas, no castiga el ejercicio de la libertad de expresión, ni el poner urnas. Están castigando desproporcionadamente algo que es un delito".