Una lluvia de lapilli (fragmentos de ceniza) ha sorprendido a un grupo de trabajadores de Involcan, quienes han tenido que "parapetarse" para evitar sufrir cortes por los piroclastos. Uno de los testigos de la lluvia de piedras de ceniza ha sido David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias, quien ha contado que algunos de los fragmentos "eran como un huevo de gallina".

"Estábamos muy cerca de la boca eruptiva y a medida que te vas acercando los fragmentos son cada vez mayores. Son muy ligeros, pero son muy cortantes, por eso nos parapetamos. Esos fragmentos a esa velocidad te pueden hacer cortes", ha señalado Calvo, quien ha ha puntualizado que en "ningún momento" estuvieron "en riesgo, ni hubo peligro de ninguna clase".

"Las imágenes son muy espectaculares, pero convivimos con esto y nosotros lo naturalizamos porque es lo que nos toca, al igual que los bomberos que luchan contra los incendios", ha expresado el portavoz de Involcan, al tiempo que ha indicado que el volcán "vuelve a estar más explosivo" y que, en estos momentos, "la lluvia de cenizas es absolutamente constante y muy molesta".