El coronavirus no se muere congelándolo. Varios investigadores han hecho la prueba utilizando diferentes carnes de pescado y pollo, introduciendo en estas piezas una muestra del virus y después las han congelado a 20ºC bajo cero o temperaturas típicas de refrigeración, unos 4ºC.

21 días después se ha procedido a descongelar los alimentos y se ha comprobado que el virus se mantiene activo.

La química y divulgadora científica Deborah García Bello ha explicado en Más Vale Tarde que, como este, se han realizado más ensayos de permanencia para ver cómo aguanta el virus las diferentes temperaturas, el paso del tiempo y si sigue activo o no.

Por el contrario, se ha demostrado que si se cocina el alimento el virus queda inactivo. "Es la recomendación que da la OMS. A partir de 65ºC el virus queda inactivo, y los alimentos que no se cocinan como las frutas y las verduras hay que lavarlos muy bien", indica la experta.

El problema está con esas carnes o pescados que se consumen crudas. ¿Pueden transmitir el coronavirus a las personas que las ingieren? "No han detectado ningún caso por ingestión de un alimento, y aunque sí se considera muy improbable, no se descarta que pueda ocurrir", advierte García Bello.

Especial cuidado a la hora de manipularlos

Además, la científica ha explicado que los alimentos no desarrollan el virus, sino que pueden contaminarse al estar en contacto con personas o superficies infectadas, por ello, hay que tener especial cuidado a la hora de manipularlos.

"Cuidado con los envases porque pueden estar contagiados, y con los alimentos como frutas o verduras que podrían estar contaminados de forma superficial", ha indicado García Bello.

Su recomendación es la de lavar siempre frutas y verduras, y los envases de los alimentos si se compran en establecimientos en los que la gente usa todas las medidas de higiene no tendrían que preocuparnos en exceso. En el caso de tener sospecha de que los envases hayan podido manipularse de manera incorrecta, entonces sí será preferible lavarlos.