Más Vale Tarde ha entrevistado a Elena Bogush, una ciudadana rusa residente en Moscú que ha explicado que las sanciones económicas impuestas por occidente a su país como respuesta al ataque a Ucrania han trastocado, aunque ligeramente, la vida de la población rusa.

Ella explica que a pesar de que la vida de los rusos "ha cambiado", no ha sido de una "manera tan notable como para poder decir que gran parte de la población ha entendido lo que está pasando".

A pesar de que explica que se formaron colas en tiendas como Apple o Ikea cuando se anunciaron los cierres, lo que más preocupa a los rusos es la comida y los medicamentos. En varios supermercados ya se raciona la cantidad y ella explica que sufre en primera persona la falta de medicamentos importados.

"Yo por ejemplo no puedo comprar en ninguna parte la medicina que uso todos los días para el asma porque es importada y simplemente no existe. Hay un análogo ruso que no he probado. Pero otro amigo me escribió y parece que no va a poder comprar los medicamentos que él necesita simplemente para sobrevivir", ha explicado.

Bogush también ha denunciado la manipulación informativa a la que está sometida la gran parte de la población en su país. "Si hablamos sobre la mayoría de la población yo diría que está muy envenenada de la propaganda de la televisión, no piensan mucho", asegura Bogush, que explica que entre sus "vecinos y conocidos", a los que consideraba "personas con criterio", también les ha escuchado decir barbaridades.