Igor Chumack es un ucraniano con una gran relación con España, a donde venía cuando era pequeño a una casa de acogida. Era uno de los denominados "niños de Chernobyl", huérfano a causa del accidente nuclear, que pasaba temporadas de verano en nuestro país. Ahora, la invasión rusa a su territorio le ha llevado a enrolarse como miliciano en la defensa de Kiev. En Más Vale Tarde ha contado cómo está viviendo esta situación y cuál es su labor estos días.

Asegura que su misión es la de "sacar del país a tantos como puedan". Muchos lo tienen que hacer a pie y durante el día, explica, por el temor a los ataques rusos, incluso atravesando andando un río, como ocurre en Irpin, donde los rusos han destruido el puente que servía como ruta de escape.

Por eso, ahora los milicianos como Chumack, los esperan para ayudarles a cruzar el río, tal y como reflejan las imágenes que él mismo ha compartido con el programa. Afirma que en este martes han logrado evacuar a unas 3.000 personas.

Pero hay gente que no puede andar y que se queda atrapada en ese pueblo. A ellos también les atienden, llevándoles comida y agua.

Asegura que esta situación es dura y que los milicianos están "muy mal" viviendo esta traumática situación: "Cuando se rompe una casa se puede construir de nuevo, pero cuando mueren niños, mujeres y gente, eso no se puede volver. Me duele muchísimo".