La semana pasada, dos activistas de la organización ecologista Just Stop Oil arrojaron dos botes de sopa de tomate sobre el cuadro de 'Los girasoles', de Vincent Van Gogh, en la National Gallery de Londres. "¿Vale más el arte que la vida, que la comida o que la justicia?", se preguntaban.

Este miércoles, una de las activistas, Phoebe Plummer, ha dado su versión de lo ocurrido, reconociendo que la acción puede ser considerada "ridícula". Sin embargo, explica que su intención era "poder hacer las preguntas que importan", criticando a la entonces primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, que ha presentado su dimisión este jueves.

"¿Está bien que haya una inacción que nos ha llevado a una crisis del incremento del coste de vida? Este invierno, la gente se verá obligada a elegir entre calentarse o comer", denuncia. Así, insiste en que su acción buscaba "llamar la atención de los medios de comunicación".

"Necesitamos que la gente hable de esto ya", urge, insistiendo en que "no tenemos tiempo que perder" y llevando a cabo acciones que han resultado exitosas en el pasado.