Cristina nunca imaginó este desenlace cuando ingresó a su madre en una residencia de Barcelona. Tras ser alertada por una familiar sobre el trato que los mayores recibían en la residencia, instaló una grabadora en la habitación de su madre.

"Una persona trata a mi madre peor que a un trapo", explica. La familia ha denunciado y tras ello la trabajadora ha sido despedida. Se encuentra a la espera de juicio. "Cuando tú tratas de una manera tan vejatoria y tan rastrera no puedes estar aquí trabajando", cuenta Cristina.

"Queremos que de verdad se controle que aquello que pagamos todos preste un servicio adecuado. En definitiva, es darle un final digno a nuestros abuelos y nuestra sensación es que los abuelos no le importan a nadie", explica María José Carcelén, portavoz coordinadora de los familiares de residentes.

Heridos, desnutridos y cubiertos de orina: los maltratos a ancianos en una residencia de Madrid

Residentes y familiares han estallado contra esta residencia pública de Leganés con gestión privada.