Un ataque al colectivo

PP y Vox a vueltas con las terapias de conversión: torturas inadmisibles contra personas LGTBIQ+

El contexto
Estas prácticas, calificadas como tortura por la ONU, vuelven a estar en la agenda de la derecha más retrógrada, que busca destruir la Ley Trans y vulnerar los derechos LGTBIQ+.

PP y Vox a vueltas con las terapias de conversión: torturas inadmisibles contra personas LGTBIQ+

Lo que Vox y PP pretenden en las Cortes Valencianas es la vuelta al pasado más oscuro: abrir la puerta a las llamadas "terapias de conversión", una práctica que la ONU califica claramente como tortura. No son terapias ni convierten a nadie, sino torturas disfrazadas que dañan física y psicológicamente a las personas LGTBIQ+ y que niegan su dignidad humana.

Esta propuesta forma parte del plan conjunto de PP y Vox para desmontar la Ley Trans, y representa un ataque directo a la diversidad, la igualdad y los derechos fundamentales. Las asociaciones LGTBIQ+ han protestado, pero la presidenta de las Corts les ha echado, demostrando un desprecio absoluto por la dignidad y la defensa de las personas.

Lo que defienden Vox y PP es intolerable: prácticas discriminatorias, degradantes, dañinas y fraudulentas, que solo perpetúan el odio y el sufrimiento. Porque ser gay, lesbiana, bisexual o trans no es una enfermedad ni un defecto que haya que "curar". Pretender hacerlo es un acto de ignorancia y crueldad, un pensamiento retrógrado que niega la diversidad y criminaliza la libertad de ser uno mismo.

Las cifras son escalofriantes: las agresiones homófobas se han duplicado en el último año, con más de 800.000 personas víctimas de ataques físicos o verbales, y casi tres millones sufriendo situaciones de odio. La mayoría ni siquiera denuncia, debido al miedo y la impunidad.

En España, estas "terapias" llevan prohibidas tres años, con multas de hasta 150.000 euros, pero no hay ninguna sanción ni condena hasta la fecha, y mientras tanto, PP y Vox buscan revertir esta protección. En Europa, 19 países todavía permiten estas torturas.

Por eso, hasta dentro de dos días hay una recogida de firmas para pedir que se prohíban en toda la Unión Europea. Solo hace falta nombre y DNI para apoyar esta lucha contra la barbarie.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, una vez más, se alinea con la derecha más retrógrada y excluyente. Vox y PP quieren tortura legalizada, un retroceso brutal que amenaza la libertad y la dignidad de miles de personas.

No podemos permitir que la discriminación y la ignorancia vuelvan a imponerse. Defender los derechos LGTBIQ+ es defender la justicia y la humanidad.