Otra avería judicial

Tuberías cruzadas y fugas nuevas: así se complica la red de atascos que acorrala a Leire Díez

El contexto Leire Díez ha sido detenida en Madrid junto al ex presidente de la SEPI por presunto fraude en contratos públicos; aunque la causa es secreta, las primeras pesquisas apuntan a irregularidades, tráfico de influencias y un nuevo lío judicial que complica todavía más su historial.

Tuberías cruzadas y fugas nuevas: así se complica la red de atascos que acorrala a Leire Díez

La que hasta hace poco se presentaba como periodista vuelve a estar en el ojo del huracán. Leire Díez ha sido detenida este miércoles en Madrid por un presunto fraude en contratos públicos, junto al expresidente de la SEPI, el organismo que agrupa a las principales empresas públicas del país.

Por ahora, Díez permanecerá en los calabozos de la Guardia Civil hasta el viernes, cuando deberá declarar ante el juez. La causa es secreta, pero ya empiezan a filtrarse detalles de este nuevo 'atasco'.

Una 'avería' distinta a la anterior

No es el mismo caso que la hizo famosa: esta es una investigación completamente nueva, de la Audiencia Nacional, bajo la supervisión de la Fiscalía Anticorrupción y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Ahora mismo, Díez está retenida en los calabozos y se espera que el juez, que mantiene el caso bajo secreto, pueda ordenar registros y nuevas detenciones en los próximos días.

Lo que se investiga son contratos públicos bajo sospecha, principalmente en la SEPI. Según lo que empieza a trascender, a Díez se le atribuyen fraude, falsedad documental, malversación, tráfico de influencias y prevaricación. Tanto es así que, según fuentes cercanas, la abogada de Díez se enteró de su detención por televisión.

No está sola en el 'atasco'

Leire Díez no está sola en este 'lío de tuberías y fugas de agua'. También ha sido detenido Vicente Fernández, ex presidente de la SEPI y hombre de confianza de varias altas cargos del PSOE, entre ellas la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Fernández había dimitido tras ser investigado por una posible adjudicación fraudulenta en Andalucía, de la que fue exculpado recientemente. Tras su dimisión, trabajó en Servinabar, la empresa de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, donde supuestamente ayudaba a gestionar mordidas. Ahí es donde Díez se presentaba como su mano derecha, utilizando incluso un piso alquilado por Fernández para reuniones privadas.

Leire Díez ya tenía un historial judicial: estaba imputada por cohecho y tráfico de influencias, acusaciones que señalaban que ofrecía puestos y beneficios a cambio de información comprometida de mandos de la Guardia Civil y de la Fiscalía Anticorrupción. Díez se defendía diciendo que todo formaba parte de una investigación periodística y se presentaba como la mano derecha de Cerdán.

Tras conocerse las primeras informaciones, Díez se dio de baja voluntariamente del PSOE. Había sido militante, concejala en Cantabria, ocupó cargos de confianza en empresas públicas y, además, trabajó como fontanera, lo que le valió su apodo mediático.

Ahora, con este nuevo 'atasco', la historia de Leire Díez sigue acumulando 'fugas' y conexiones que van mucho más allá de su antiguo expediente. La justicia mantiene el secreto, pero los 'líos de tuberías' políticas se multiplican.