Un peligro invisible
Trump y el "terrorismo estocástico": cómo sus palabras pueden encender la violencia sin ordenarla
Las consecuencias Al señalar a grupos y acusar a la izquierda radical, el presidente vuelve a poner en evidencia un fenómeno donde los mensajes inspiran a "lobos solitarios" a actuar por su cuenta.

La reacción de Donald Trump ante el asesinato de Charlie Kirk ha vuelto a poner sobre la mesa un concepto: el "terrorismo estocástico". Suena complicado, pero la idea es sencilla: se trata de discursos que, sin dar órdenes directas, pueden inspirar a personas a cometer actos violentos por su cuenta. En otras palabras, alguien dice cosas que "incitan" a la acción, pero de forma indirecta.
Trump no se anduvo con rodeos. "Durante años, los de la izquierda radical han comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y con los peores asesinos en masa y criminales del mundo. Este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que vemos hoy en nuestro país", aseguró. Un día antes, había vivido en Washington un cara a cara con manifestantes que lo llamaron Hitler.
El concepto lo ha explicado David Vico en Al Rojo Vivo: este tipo de discurso busca crear alarma, señalar a ciertos grupos y hacer que algunos se sientan "llamados a actuar", aunque nadie diga exactamente cómo. El resultado: ataques imprevisibles cometidos por personas que actúan por su cuenta, mientras quien difundió la narrativa queda libre de responsabilidad legal.
Expertos en seguridad alertan: este tipo de mensajes no son inocuos. Cuando alguien se siente elegido o llamado a la acción, aunque solo sea por palabras, el riesgo de violencia real aumenta. El asesinato de Kirk lo demuestra: las palabras pueden convertirse en combustible para tragedias impredecibles.
En pocas palabras: lo que se dice importa, y mucho. Y Trump, con sus declaraciones, ha vuelto a poner el foco sobre cómo la retórica política puede terminar en actos violentos que nadie esperaba.