Una herida abierta

El mayor misterio de Oriente Próximo: 47 años buscando la verdad sobre Musa Al Sadr

¿Por qué es importante? Casi medio siglo después de su desaparición, un cadáver hallado en Libia y los análisis de reconocimiento facial alimentan la hipótesis de que se trate de Musa al Sadr, aunque las pruebas siguen siendo insuficientes para resolver el enigma.

El mayor misterio de Oriente Próximo: 47 años buscando la verdad sobre Musa Al Sadr

Hace casi medio siglo, Musa Al Sadr, el líder social más carismático delLíbano, desapareció sin dejar rastro en Libia. Desde entonces, su nombre se convirtió en leyenda: un hombre que hablaba de diálogo, que rechazaba el integrismo religioso, que soñaba con un Líbano y un Oriente Próximo distintos… y que, de repente, se esfumó.

Su desaparición se convirtió en el mayor misterio de la región. Para los libaneses, para los iraníes y para quienes seguían su obra, Al Sadr pasó de ser un líder vivo a un mito. Nadie sabía si había sido asesinado, secuestrado o forzado al silencio. Su rostro, sus palabras, su presencia… todo quedó atrapado en la memoria colectiva.

Todo cambió tras la caída de Gadafi en 2011. Periodistas que recorrían Trípoli encontraron una morgue donde se conservaban cadáveres desde hacía décadas. Uno de ellos, un periodista libanés, vio un cuerpo alto, extremadamente alto, con un golpe y un disparo en la cabeza. La primera impresión fue inmediata: ¿podría ser Musa Al Sadr?

Los indicios apuntan a un culpable inesperado: Muamar Gadafi. Los motivos exactos siguen siendo un misterio: algunos dicen que fue por presión de Yaser Arafat, otros apuntan a Jomeini, y algunos creen que fue un enfrentamiento directo con Gadafi. Lo que sí parece claro es que alguien poderoso quiso que Al Sadr desapareciera para siempre.

El cadáver ha sido sometido a reconocimiento facial. Los resultados muestran más del 70% de coincidencia con fotos de Al Sadr y su familia, lo que sugiere que podría ser él… aunque el ADN, que confirmaría la identidad con certeza, se ha perdido.

El periodista intentó regresar a la morgue, pero fue detenido y expulsado de Libia. Hoy, el cuerpo podría estar allí, esperando, mientras la historia de Musa Al Sadr sigue viva en la memoria de quienes lo conocieron y lo veneran como un mito.

Si se confirma su identidad, se cerraría un capítulo de la historia contemporánea de Líbano y Oriente Próximo. Pero incluso muerto, Musa Al Sadr sigue siendo el hombre que pudo cambiar la región, y cuyo misterio tardó casi cinco décadas en asomar a la luz.