El precio de la gasolina y del gasóleo sigue disparado a pesar del descuento de veinte céntimos por litro aprobado por el Gobierno. La medida no parece haber surtido efecto ya que las subidas del precio ya se han comido esta rebaja. Ahora bien, ¿qué otras medidas podrían tomarse para rebajar el coste de llenar el depósito del coche?

Si miramos a Europa, podemos ver tres maneras de bajar el precio del combustible. La primera de ellas pasa por bajar los impuestos energéticos, una medida adoptada por Polonia, Italia e Irlanda. Polonia ha rebajado el IVA del 24% al 8%, mientras que los otros dos se han centrado en los gravámenes especiales. Así, Italia ha bajado 25 céntimos el litro por decreto, mientras que Irlanda ha reducido 20 a la gasolina y 15 para el diésel.

¿Podríamos adoptar esta medida en España? El IVA es el 21% y en el caso del impuesto de Hidrocarburos esta una cantidad fija: 47 céntimos para la gasolina y 38 para el gasóleo. Desde el Gobierno apuntan a que una directiva comunitaria fuerza a dejar los combustibles en el tipo general. De bajar el de hidrocarburos, las arcas del Estado dejarían de ingresar parte de los 11.500 millones que se han ingresado. Esto equivale a la suma del gasto en Educación y Sanidad de los Presupuestos Generales del Estado.

Otra medida puede ser la de limitar directamente el precio de la gasolina, como han optado en Hungría. Allí, el Gobierno de Viktor Orban ha optado por establecer un máximo de 1,20 euros el litro, tanto para diésel como gasolina. La medida ha provocado que muchos conductores de los países limítrofes hayan cruzado las fronteras para aprovecharse y la Comisión Europea ha amenazado con ponerle una infracción por agravio comparativo.

Si España quisiera tomar una medida así, el Estado tendría que asumir la diferencia mediante los Presupuestos Generales del Estado. Una partida que obligaría a dejar de destinar ese dinero a otras políticas.

La tercera vía es, hasta el momento, una propuesta de mano del primer ministro italiano, Mario Draghi. El mandatario le planteó al presidente de EEUU, Joe Biden, crear un cártel de compradores. Es decir, un grupo que compre petróleo a la OPEP, la organización que reúne a los países productores de petróleo, para que al haber una mayor demanda, produzcan más. Si hay más petróleo, hay más oferta, lo que debería bajar los precios. Sin embargo, los expertos y analistas apuntan a que no sería factible. Lejos de incrementarse, lo que ha ocurrido desde 2018 es que se ha reducido la producción un 5%.