El Premio Nobel de Economía ha ido a parar este lunes a los economistas David Card, Joshua D. Angrist y Guido W. Imbens. Repasamos tres de sus apasionantes descubrimientos, que son de los que cambian la vida de la gente a mejor:

1. Subir el salario mínimo no aumenta el paro. A esta conclusión llegaron tras comparar el caso de los vecinos estados de Nueva Jersey y Pensilvania, en EEUU. En uno de ellos aumentó el salario mínimo y en el otro no; sin embargo, en los meses y años siguientes las tasas de empleo evolucionaron de forma similar en ambos lugares.

2. La inmigración no afecta negativamente al mercado laboral. Los economistas desmintieron con datos el argumento xenófobo de que los inmigrantes 'vienen a quitarnos el trabajo'. En este caso se fijaron en el caso de Miami en 1980, cuando Fidel Castro dejó salir de Cuba a 125.000 personas: los salarios no cayeron más que en otras zonas que recibieron mucha menos inmigración.

3. Las personas nacidas en los últimos meses del año ganan más dinero que el resto. La explicación es bastante sencilla: si cumplen años antes, pueden dejar de estudiar antes. Es decir, si un joven cumple los 16 años en enero puede abandonar los estudios en enero, antes que si los cumple en diciembre. Y en términos generales, se ha demostrado que las personas que estudian más tiempo tienen más opciones de conseguir un trabajo mejor pagado.