El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, lleva meses situado en el centro de la polémica. Su beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso después de que la Selección Española de Fútbol femenino se convirtiera en campeona del mundo derivó supuso prácticamente el pistoletazo de salida a un cúmulo de escándalos que han ido arrinconando al exdirigente deportivo. Este miércoles, Rubiales era puesto bajo custodia a su regreso de República Dominicana y posteriormente fue puesto en libertad tras negarse a declarar ante la Guardia Civil.

Entre otras polémicas, Rubiales se ha visto salpicado por la investigación sobre el presunto desvío de fondos de la Federación durante sus años al frente de la misma. Al expresidente de la RFEF se le imputan cuatro delitos: corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Todo en el marco de la llamada 'Operación Brody', que estallaba con el registro de 11 domicilios repartidos entre Madrid, Málaga, Sevilla y Granada. Entre estos puntos se encuentran la sede de la propia Federación, su vivienda y los negocios de varias personas de su entorno.

Esta operación se saldó con siete detenidos -todos puestos en libertad posteriormente- acusados de organizar "una estructura de mafia orientada al lucro", según los investigadores. Esta estructura operaba de la siguiente manera: a través de la asignación por parte de la Federación de obras a la constructora Gruconsa "a cambio de pagos" a la sociedad Dismatec Sport, administrada por un amigo personal de Rubiales conocido como 'Nene'. Precisamente el propietario de Gruconsa es el hermano del director jurídico de la Federación. Hasta 3,8 millones recibió la empresa de manos de la institución entre 2019 y 2023, con Rubiales aún presidiéndola, de los cuales más de medio millón fueron a parar a la sociedad en la que él mismo participaba junto con su amigo.

En cuanto a Nene, sería el presunto testaferro. Se trata de Francisco Javier Martín Alcaide, de 48 años, acusado de blanqueo y corrupción. Nene coincidió con Rubiales en el fútbol granadino. Fue jugador y llegó a ser directivo del Granada. Después se metió en política -con el Partido Popular, fue número siete en el pueblo granadino de Armilla- y en el mundo empresarial con varios hoteles. De hecho, en uno de ellos la UCO encontró dos cajas fuertes con más de 300.000 euros.

No son pocos los contratos que se investigan en el marco de esta operación; entre ellos, el proyecto para llevar la final de la Supercopa de España a Arabia Saudí, la construcción allí de una megaciudad deportiva, la adjudicación de la remodelación de la Cartuja en tiempo récord o la creación de sociedades en el sector turístico con su gran amigo Nene. Pero la investigación trasciende nuestras fronteras porque bajo la lupa de la UCO también estarían presuntas inversiones en República Dominicana, a través de los negocios de su amigo Nene en hoteles y apartamentos de lujo.

Por su parte, Israel Dorado, conocido exfutbolista, era el encargado de enviarles dinero en efectivo para las inversiones en las que también estaría involucrado Luis Rubiales.