Un Bizum por la cena del domingo, otro por la salida del fin de semana o un detalle de mamá. Eso, tan inocente, puede ser un problema. Cuidado con el asunto que ponen en los Bizum porque si bromean puede haber drama porque nuestros bancos leen esos asuntos.

Las entidades pueden llegar a llamarnos y pedirnos explicaciones si hay conceptos que les alerten. Asuntos sobre terrorismo, corrupción, drogas o cualquier delito en general puede hacer que les salte la alarma.

Obviamente hay muchísimas bromas que se hacen con el asunto, pero puede ocurrir como a dos usuarios a los que les llamó el banco por poner "armas para la lucha santa en Siria" o "Al Qaeda".

Y es que no es una conversación privada, los bancos están en su derecho de vigilar estos asuntos. De hecho tienen departamentos enteros que se dedicar a detectar todo tipo de fraudes, y una manera de evitarlos puede ser leer el contenido de los bizums. Al leer nuestros asuntos los bancos no están invadiendo nuestra intimidad sino que se limitan a cumplir la ley. En concreto cumplen la ley de prevención del blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo.

El Banco Santander, recibe 67 millones de Bizums al mes. A veces siguen patrones o detectan palabras clave y el criterio para decidir llamar o no a un cliente ya depende de cada banco.

¿Existe un protocolo de actuación? Varios bancos coinciden en que en principio no nos van a llamar ante cualquier broma que hagamos. Se tiene en cuenta el asunto pero también otros factores como la cantidad de dinero que hayamos enviado, si es una transferencia de dinero recurrente, que se repite mucho, o si la persona que la ha hecho ya está en el punto de mira por algo. Si ya se la está vigilando, en cualquiera de estos casos el banco si que podría llamar a los clientes para evitar un posible delito de blanqueo o de financiación de terrorismo.