En medio del debate sobre la transparencia tributaria, surge la pregunta sobre por qué en España no se permite el acceso a la declaración de la renta de otros ciudadanos, a diferencia de países como Suecia, Noruega y Finlandia.

La respuesta reside en las diferencias tanto en legislación como en cultura tributaria. Mientras que en naciones nórdicas es común acceder a estos datos con solo algunos detalles básicos, en España la ley prohíbe compartir información fiscal debido a preocupaciones sobre la privacidad y la sensibilidad de los datos personales.

Esta práctica de acceso ilimitado ha generado controversia en países como Noruega, donde un aumento exponencial en las consultas llevó a la implementación de medidas para proteger la privacidad de los contribuyentes. Sin embargo, algunos defienden esta transparencia como una herramienta para combatir la evasión fiscal y garantizar una distribución equitativa de la carga tributaria.

No obstante, este sistema también tiene sus defectos, ya que revela desigualdades económicas y de género. En Finlandia, por ejemplo, se ha observado que la mayoría de las personas más ricas del país son hombres, lo que refleja una brecha salarial y de género.

En contraste, en España, la prohibición de compartir datos fiscales está respaldada por preocupaciones sobre la privacidad y la sensibilidad de la información personal contenida en la declaración de la renta. Sin embargo, la transparencia fiscal ha sido tema de debate en el país, especialmente en relación con la publicación de listas de morosos, que ha enfrentado desafíos legales desde su implementación en 2015.