Los teléfonos móviles son fundamentales en las investigaciones judiciales, sobre todo cuando no ha habido pinchazos telefónicos ni softwares espías de por medio y solo queda confiar en el propio aparato. Hay un elemento que siempre resulta fundamental a la policía: las fotos. Las fotografías dejan rastros tan evidentes como las imágenes del 'caso Mediador'. Imágenes de fiestas en hoteles y burdeles con alcohol, drogas y mujeres prostituidas

La aplicación Whatsapp es el oro del móvil de un corrupto, con conversaciones y audios que pueden usarse como pruebas y que han sido fundamentales en la trama Púnica o en la operación Kitchen, en la que se habla a través de esta misma aplicación de dónde tiene el dinero Bárcenas. También en el caso Koldo, con el grupo de 'Los 4 mosqueteros', en el que entre muchas cosas compartieron una captura de un bloc de notas de gastos fijos en los que hay 10.000 euros a 'K'.

El bloc de notas es otra de las aplicaciones interesantísimas para la policía cuando busca corrupción. En ellas y en las agendas encuentran material, como ocurrió por ejemplo en el caso Lezo, concretamente en un tablet de Ignacio González, en la que encontraron una aplicación que tenía reuniones registradas en la sede de una empresa pantalla usada en la financiación irregular.

Las reuniones pueden quedar o no registradas, pero lo que seguro queda son las llamadas y las búsquedas. Aunque sin tener pinchadas las conversaciones no se sabrá el contenido, con el registro de llamadas de un móvil se obtiene muchísima información.