El impuesto invisible

La OTAN juega, Trump reparte y la banca americana gana: 2,2 billones más por la venta de armas

El contexto Europa accede al 5% del PIB en defensa y convierte a EEUU en el mayor proveedor del planeta. No hay suficiente armamento para tanto gasto... pero sí suficientes fabricantes estadounidenses para quedarse con todo.

La OTAN juega, Trump reparte y la banca americana gana: 2,2 billones más por la venta de armas

2,2 billones de euros. Esa es la cifra que, a partir de ahora, los países de la OTAN deberán gastar cada año en defensa si cumplen con el nuevo compromiso de Donald Trump: destinar el 5% de su PIB al gasto militar. Todos. Sin excepciones.

Para ponerlo en contexto: con ese dinero se podrían comprar casi cuatro veces todas las armas exportadas en el mundo en un solo año, o incluso ocho veces el arsenal completo que la OTAN ya tiene. Es tan desproporcionado que ni siquiera hay armamento suficiente en el planeta para gastarlo todo. Entonces, ¿por qué lo exigen?

El gran beneficiado: Estados Unidos

La respuesta está en la industria militar. Y más concretamente, en quién la controla. El 80% del sector armamentístico mundial está en manos de empresas estadounidenses. Es decir: si los países europeos tienen que gastar más en armas, acabarán comprándoselas a Estados Unidos.

Trump lo sabe. Y lo ha jugado bien. Ha presionado hasta que la OTAN ha dicho que sí. Porque esto no va solo de seguridad ni de amenazas globales. Esto va de dinero. De muchísimo dinero. Y de quién se lo lleva. La jugada es tan clara que casi ni necesita explicarse: la OTAN paga, Europa pone el dinero, y Estados Unidos se lo queda.

Aranceles: otro frente para cobrar más

Pero Trump no se conforma con el negocio armamentístico. También quiere subir los aranceles a las exportaciones europeas. Actualmente, están en torno al 20%, pero él amenaza con llevarlos al 50%, lo que, en la práctica, duplicaría el coste para empresas europeas que venden en Estados Unidos.

Tomemos el caso de España. El año pasado, exportamos bienes a Estados Unidos por valor de 18.179 millones de euros. Si Trump impone su nuevo arancel, las empresas españolas tendrían que pagar 18.179 millones más solo en impuestos para poder seguir exportando. Así, sin más. Por una decisión unilateral. Con un arancel del 40%, el coste sería de 7.271 millones. Con el 50%, ese impuesto sube hasta el 100%. Y Trump lo plantea como si fuera lo más normal del mundo.

¿Y cuánto nos cuesta aceptar el famoso 5%?

Ahora volvemos al gasto militar. Si España acepta el plan y eleva su presupuesto de defensa al 5% del PIB, tendría que gastar 107.000 millones de euros al año en armas. Una cifra casi seis veces mayor que la actual. Y la mayoría de ese dinero, otra vez, acabaría en empresas de Estados Unidos.

Así que pongamos las cuentas claras: España paga 107.000 millones en armas, España paga 18.000 millones más en aranceles, y todo eso mientras Trump dice que Europa no paga lo suficiente.

En esta partida, Estados Unidos no solo marca las reglas, también es el casino, el crupier y el dueño de la banca. No importa quién gane o pierda, el dinero siempre termina en el mismo sitio. Y Trump lo sabe. Por eso aprieta. Mientras tanto, Europa paga. Y lo hace en silencio.