Moncloa, en bucle
Del "no hay caso" al "no hay pruebas": el PSOE repite discurso tras los nuevos audios de Leire Díez
¿Por qué es importante? Las grabaciones revelan supuestos chantajes, contactos con Interior y ofertas a cambio de favores judiciales. Aun así, el partido insiste en negar cualquier operación política y mantiene su discurso de siempre.

Leire Díez no era una cara conocida del PSOE. Pero ahora, su nombre está en el centro de una historia que mezcla política, justicia, chantajes y mucha presión entre bastidores. Lo que parecía una simple asesora de comunicación podría ser —según varias investigaciones— la pieza clave de una operación que buscaba controlar causas judiciales incómodas para el partido.
¿Quién es Leire Díez y qué se le acusa?
Una profesional de la comunicación con buena conexión en Ferraz (la sede central del PSOE), pero no una figura pública. Hasta ahora. Según revelan medios como 'El Confidencial' y 'El Mundo', Leire habría estado buscando información comprometida sobre fiscales, empresarios y mandos de la Guardia Civil. ¿Para qué? Para chantajear, frenar investigaciones judiciales y proteger a figuras clave del PSOE.
Se reunía con empresarios bajo investigación y, a cambio de "carnaza" —información sensible—, les prometía "pactos con fiscales" o favores dentro de la maquinaria judicial. En resumen: si le dabas algo útil, ella movía hilos para ayudarte.
Leire no quería rumores ni chismes. Quería pruebas, datos duros, documentos. Algo "potente", como ella misma dijo. Algo que hiciera "ruido". Buscaba esa "carnaza" que pudiera usarse como moneda de cambio o como palanca para desactivar causas judiciales que afectaban a figuras del partido: José Luis Ábalos, Koldo García o incluso Víctor de Aldama, uno de los nombres más temidos por lo que podría contar.
¿Estaba sola o era una operación orquestada?
Esa es la gran pregunta. Un empresario, que participó en una de las reuniones con Leire, ha contado a 'El Confidencial' que Pedro Sánchez y Santos Cerdán sabían perfectamente lo que estaba haciendo. Según su testimonio, Leire actuaba como enlace directo con ellos y les informaba de sus avances.
Aunque luego ese mismo empresario se desdijo, y habló de una "trama mediático-policial", el daño ya estaba hecho.
Nuevas piezas del puzzle
'El Mundo' ha aportado más leña al fuego: Leire Díez le habría contado a un coronel de la Guardia Civil que en el PSOE estaban muy preocupados por lo que pudiera revelar Víctor de Aldama. Y que ella podía "ayudar" a cambio de favores: ascensos dentro del cuerpo, apoyo desde la Fiscalía o incluso mover contactos dentro de la Policía.
Pero hay más. También habría intentado mediar con el Ministerio del Interior para que no le quitaran una medalla a Koldo García, y hay fuentes que aseguran que llegó a plantearse sobornar al fiscal Grindapara conseguir información contra el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón.
¿Qué dice el Gobierno?
Desde Moncloa, el discurso es tajante: todo son mentiras, bulos, intoxicación mediática. La ministra María Jesús Montero ha salido este jueves a negar rotundamente que exista una campaña contra jueces, fiscales o la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil). Según el Gobierno, no hay caso.
Pero la presión política empieza a notarse. Sumar, el socio del PSOE en el Gobierno, ha roto su silencio. Yolanda Díaz ha dicho que, si se confirma lo que se está contando, sería gravísimo, y que debe investigarse hasta el fondo y asumir responsabilidades si las hay.
¿Qué va a pasar ahora?
Por ahora, no hay pruebas judiciales firmes, pero sí testimonios, audios, y muchas piezas que empiezan a encajar. El caso pone sobre la mesa la posibilidad de que el PSOE haya intentado manipular la justicia para proteger a sus dirigentes y enterrar investigaciones sensibles.
La pregunta es: ¿hasta dónde llegará esto? ¿Caerán más nombres? ¿Habrá dimisiones? ¿Se abrirá una investigación oficial? Una cosa está clara: esto no ha terminado. Y puede convertirse en uno de los mayores escándalos del año.