Ya son cuatro los políticos madrileños que sabemos que se han beneficiado del dinero dedicado a paliar la pobreza energética. Cuatro dirigentes de la política madrileña que han cobrado un descuento en la factura de la electricidad o una ayuda para los gastos de la calefacción o el agua caliente, los conocidos como Bono social eléctrico y térmico.

Uno de ellos es Alfonso Serrano, diputado en la Asamblea y número dos de Isabel Díaz Ayuso en el PP de Madrid. Se ha beneficiado del bono eléctrico con un descuento del 25% en la factura de la luz y se ha beneficiado del bono térmico con una ayuda anual de 313 euros. Cumple los requisitos para obtener el descuento por ser familia numerosa, pero no cumple con los baremos para hacerse con la ayuda de 300 euros.

Esa cantidad está reservada para "vulnerables severos", para familias numerosas que ingresen menos de 16.800 euros anuales, y Serrano cobra eso en cuatro meses. Solo por ser miembro de la Asamblea 4.400 euros brutos. Su reacción al saberse que cobra lo que no le corresponde ha sido la de culpar al Gobierno central.

Otro caso es el de Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea y candidata de la extrema derecha a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Hoy ha reconocido que ella tiene el bono eléctrico, el descuento del 25% en la factura de la luz por ser familia numerosa, y ha dicho que "no le consta" que disfrute de la ayuda del bono térmico.

Monasterio podría exigirlo porque tiene cuatro hijos, con lo que cumple con los requisitos para el bono eléctrico y para el térmico. La líder de Vox ingresa 4.227 euros mensuales brutos por su labor en la Asamblea y su reacción en mitad de la polémica ha sido la de reclamar más ayudas.

El tercer caso es el de Enrique Ossorio, vicepresidente de Isabel Díaz Ayuso. Recibe el bono eléctrico, ese descuento del 25% en la factura de la luz; y también es beneficiario de una ayuda de casi 200 euros para pagar la calefacción o el agua caliente. Él también cumple con los requisitos por ser familia numerosa, porque tiene cuatro hijos y por lo tanto se le considera como energéticamente vulnerable.

El vicepresidente madrileño cobra algo más de 100.000 euros al año, unos 8.000 brutos al mes. Su reacción cuando se supo que se beneficiaba de un dinero destinado a los más precarios fue decir que cumple con la ley.

Y cuarto y último caso que se ha sabido, por ahora. Este es en la izquierda: Mónica García, líder y candidata de Más Madrid, recibe el bono social eléctrico y recibe el bono social térmico en su categoría más básica. También tiene derecho, cumple los requisitos porque con tres hijos es familia numerosa. García, líder de la oposición en Madrid, cobra unos 2.600 euros mensuales brutos y su reacción al enterarse ha sido anunciar que ella no quiere las ayudas, que no las necesita, y reivindicar que deben ser para quienes sí las necesitan.

Lo cierto es que en España hay muchas ayudas, subvenciones y rebajas que se hacen sin pedir la declaración de la renta, y asea el directivo de un banco o el trabajador que menos cobra. Los 20 céntimos de la gasolina fueron para todos, las rebajas del IVA son también ejemplos de ello.

Ahora, el Gobierno anuncia que van a cambiar los requisitos para acceder a estos bonos sociales de la luz y la calefacción para que solo se beneficien los que ingresan poco dinero. La pregunta es: ¿Por qué ahora? Si no se hubieran conocido estos casos, ¿el Gobierno hubiera cambiado los criterios?