Si estás viendo el vídeo que acompaña estas líneas o leyendo las mismas, te pedimos que te pongas en un supuesto: imagina que Alberto Casero, el diputado del Partido Popular quese equivocó al votar 'sí' a la reforma laboral del Gobierno, hubiera tenido un buen día y no se hubiera confundido; es decir, que vota 'no' a la reforma laboral. ¿Qué hubiera pasado? ¿Qué fuegos tendría que estar apagando este viernes el Gobierno?

Para empezar, el económico. Los fondos europeos solo llegan si se van cumpliendo con los hitos y las reformas que presenta el Plan de Transformación y Resilencia de cada país. Así se expone en la propia web de la Comisión Europea. Dentro de este plan, está el componente 23, que es el que hace referencia a la reforma laboral. Y ahí es donde el Gobierno se compromete con la Unión Europea a reformar el mercado laboral.

Esto quiere decir que, si la reforma laboral que quedó aprobada ayer 'in extremis' gracias al error de Casero no llega a salir adelante, quedaría comprometida las siguiente partida de fondos europeos que tienen que llegar a España este mismo año. Y son nada más y nada menos que 12.000 millones de euros los que no habríamos recibido, al menos, tan pronto como sí lo harán después de que la reforma laboral haya recibido el visto bueno hasta de una mínima parte del PP.