Una niña víctima de un atentado en Afganistán es ahora la protagonista de una batalla legal en Estados Unidos. Una pareja afgana acusa a un marine americano de haber secuestrado a la niña tras una misión en su país. La menor ha sido adoptada legalmente por el marine y su mujer.

Todo se remonta a septiembre de 2019, en un ataque del ejercito estadounidense para matar a un combatiente de Al Qaeda. El resultado son siete muertos y una bebé de dos meses que consigue sobrevivir. Se la llevan a un hospital militar porque está herida. Ha quedado huérfana así que queda al cuidado del departamento de defensa mientras encuentran a su familia.

Es en el hospital donde entra en juego el marine, que ahora es el padre adoptivo de la niña. Joshua Mast que así se llama estaba en Afganistan, vio a la niña y decidió que tenía que salvarla y llevársela con él a EEUU. Mientras la niña estaba en el hospital, él que volvió a Estados Unidos inició los trámites de adopción.

Las autoridades entonces dicen que no puede adoptar a la niña. Primero porque siguen buscando a su familia y después porque en caso de que no aparezca ningún familiar será el Tribunal de Niños de Afganistán quien determine un tutor adecuado. Pero él no se rinde y alegando que nadie reclama a la menor y que el gobierno afgano se va a deshacer de ella, consigue la custodia en un tribunal de Fluvanna, Virginia, a finales de 2020.

Pero en realidad, la familia ya había aparecido. Se localizó a su primo que decidió hacerse cargo de la niña y ya estaba viviendo con él y con su mujer. El marine ve que por la vía legal no se va a poder llevar al niña, así que contacta con la familia para ganarse su confianza. A fines del verano de 2021, los talibanes toman el poder en Afganistán. Y el marine les ofrece irse a Estados Unidos. Aquí es donde las historias empiezan a diferir. El marine ha dicho en la CBS que le contó a la familia que había adoptado a la niña y los afganos dicen que a ellos solo les ofreció ayuda médica.

La familia vuela de Afganistán a Estados Unidos y el marine presenta el pasaporte y los papeles de la niña y se la lleva porque legalmente tiene la adopción. La familia se queda en Estados Unidos y en diciembre de 2021 denuncia al marine. Desde entonces los afganos viven en Texas, a la espera de que un tribunal les de la razón y el marine, su mujer y la niña viven en Carolina del Norte. El caso está ya en los tribunales federales y en el departamento de Justicia que por cierto es partidario de devolver a la niña a sus familiares afganos.