¿Vigilantes o vigilados?
De Nueva York a Bilbao: los 'superhéroes de la vida real' patrullan las calles, pero en España su actividad roza la ilegalidad
¿Por qué es importante? Personajes disfrazados como 'Basque Guardian' surgen con la intención de frenar delitos. Aunque el fenómeno tiene origen en EEUU, en España la ley solo permite intervenir si se ha cometido un delito. Patrullar por cuenta propia puede acabar mal.

En las calles de Bilbao ha surgido un nuevo personaje que no pasa desapercibido. Se hace llamar 'Basque Guardian' y por las noches sale a patrullar con un objetivo claro: "proteger a los ciudadanos", según sus propias palabras. Lo que más llama la atención es su peculiar atuendo: lleva la bandera del País Vasco como capa y también en su escudo; un casco de moto, unas gafas de sol y un distorsionador de voz que usa para mantener su anonimato.
Este vigilante asegura haber impedido varios robos en la ciudad, y aunque no tiene ningún cargo oficial, ni es policía ni soldado, su iniciativa ya ha comenzado a dar que hablar, tanto en las redes sociales como entre las fuerzas de seguridad. La Policía Local y la Ertzaintza valoran su intención, aunque advierten que sus acciones deben tener límites claros.
"No soy policía, no soy soldado, pero si estás en peligro, cuenta conmigo. Soy Basque Guardian", afirma con determinación.
¿Quién es 'Basque Guardian' y qué está haciendo?
En Bilbao conviven varias fuerzas policiales: Ertzaintza, Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil. Sin embargo, a esa lista se suma ahora este vigilante que, disfrazado, recorre las calles durante la noche. Estas figuras, a las que se les llama 'superhéroes de la vida real', actúan por cuenta propia, aplicando la ley y la justicia según su criterio. Pero ¿qué dice la ley sobre esto? ¿Es legal lo que hacen?
La legislación española permite que un ciudadano detenga a alguien solo si lo pilla cometiendo un delito, y siempre sin usar violencia excesiva. Además, debe avisar inmediatamente a la policía, que es la autoridad encargada de realizar la detención. Pero salir a perseguir o intervenir en situaciones donde no hay delito flagrante no está amparado por la ley.
Por eso no es raro que policías y Mossos d'Esquadra expresen su preocupación y descontento, ya que estas patrullas ciudadanas a veces dificultan su trabajo y generan conflictos innecesarios.
No son algo nuevo
Este fenómeno no es exclusivo de Bilbao ni de España. En nuestro país han existido personajes como el 'Pollo Vengador' en Sevilla, que incluso escribió un libro contando su experiencia, o el 'Capitán Cosmos' en Tenerife, conocido por repartir bocadillos a personas sin recursos. Pero la mayoría de estos héroes amateurs suelen ser patrullas ciudadanas que persiguen a los carteristas en la calle.
El origen de esta moda de vigilantes se remonta a los años 80 en el Bronx, Nueva York, donde surgieron grupos como 'Guardian Angels' para combatir la delincuencia en barrios donde la policía apenas entraba. De ahí salió 'Phoenix Jones', probablemente el más famoso de estos vigilantes reales: un luchador de artes marciales que llevaba un kit completo con táser, gas pimienta y esposas, y que incluso formó un grupo de superhéroes para no actuar solo. Sin embargo, su historia terminó con problemas legales al ser detenido por vender drogas, pasando de defensor a acusado.
En Estados Unidos, la ley ampara en muchos estados el "arresto ciudadano", lo que facilita la actuación de estos vigilantes, aunque sigue siendo un terreno complicado. Por ahora, en España estas figuras no están profesionalizadas ni reguladas.