El Niño y La Niña son fenómenos meteorológicos que tienen que ver con la temperatura superficial de las aguas del Pacífico en la zona ecuatorial. Según la Organización Meteorológica Mundial la probabilidad de instauración de un episodio de El Niño durante la primera mitad del año es baja, mientras que para los meses del verano podría aumentar hasta un 55%.

Los episodios de La Niña se traducen en temperaturas más frías, pues las corrientes de viento mueven la capa superficial del mar y hacen aflorar aguas profundas, que son más frescas. Por el contrario, cuando estas corrientes se paran, por lo que esa capa del mar se calienta mucho y ahí hablamos de El Niño. A nivel global, El Niño hace que las temperaturas del planeta suban y La Niña que bajen.

Los últimos ocho años han sido los más calurosos de la historia, pero destacan los años que hemos tenido El Niño. Ahora, se prevé que para 2024 y 2025, cuando ya esté establecido el episodio de El Niño, podamos tener "otro pico que marque récord de temperatura global", comenta Francisco Cacho. Pero, ¿cómo afectará a nuestro país? Generalmente, explica Cacho, cuando hay El Niño, las temperaturas suben, tenemos normalmente más lluvia en otoño, aunque en invierno y primavera habría menos precipitaciones.