La carta de Pedro Sánchez ha suscitado numerosas opiniones y críticas por parte de otros políticos y ha vuelto a escucharse la frase 'hay que venir llorado de casa', que Juan del Val encuentra "desafortunada", pero expone que la idea quizá no lo es tanto.
"Para ser presidente de Gobierno hay que soportar muchísima presión y, por supuesto, se puede tener empatía con un ser humano, eso no cabe ninguna duda, pero el presidente del Gobierno tiene que soportar más la presión que en otras profesiones", sostiene el escritor, que aclara: "Eso no significa que en política valga todo".
Sin embargo, Fernando Garea le replica que significa que "estoy dispuesto a hacer llorar a los demás porque estoy en política. Es un espejo, si tienes que aguantar y venir llorado de casa, es porque yo estoy dispuesto y considero que hacer política es hacerte llorar".
Más Noticias
- El polémico vídeo de un bebé en el suelo en el concierto de Taylor Swift indigna a Aruser@s: "Es denunciable"
- Asegura que los hombres que han amado, nunca dejan de querer a su primer amor: "Dónde hubo fuego, cenizas quedan"
- Nebulossa desvela su percance antes de cantar 'Zorra' en Eurovisión: "Tenía la rodilla hecha polvo"
- El politólogo Toni Aira, tras la dimisión de Aragonès: "Si ahora se va solo él, va a ser una marcha incompleta"
- Un tiktoker revela las razones por las que es mejor tomar cerveza en vaso: "Una experiencia más fresca y placentera"
Del Val apunta que el propio cargo puede ocasionarte una presión que puede llegar a ser insoportable, pero Tania Sánchez detalla que una cosa es la presión, la adopción de decisiones difíciles y otra cosa es el dolor: "Tener un alto nivel de presión no implica tener un alto nivel de sufrimiento". Pero este comenta que el dolor es algo profundamente respetable, el victimismo no tanto".
Vídeo que arde
La duda de Nuria Roca al ver las llamas dentro del pantalón de un chico: "¿Se ha quemado la chufa?"
"La chufa no se quema nunca, es retráctil", no puede evitar reaccionar Berni Barrachina a la pregunta de Nuria Roca sobre si el malabarista se ha quemado sus partes o no y, además, le explica que, "cuando ve el peligro, se mete para dentro".