Ahora que Jorge Lorenzo ya no compite (se retiró en 2019), el piloto confiesa que monta en moto solo una vez al año. "Monto una vez al año en unas jornadas de una marca en las que participamos 20 pilotos históricos. Esos son los dos únicos días que cojo la moto", ha explicado.

Detrás de esto hay un motivo de peso: "Es que me la juego porque no sé ir lento", ha contado a los colaboradores de La Roca que se habían sorprendido. Por eso, ahora apuesta por el coche "que se va muy cómodo".