Alicia fue una de las mujeres que se encargó del cuidado de Ana María Bea, la estafadora que se hizo pasar por la hija del rey emérito. La ostentosidad era habitual en su vida. Según afirma Alicia, sus trabajadores tenían que ir a sus fiestas, porque sino se lo tomaba como "una falta de respeto".

Una de estas celebraciones fue el bautizo de uno de sus perros. Lo llamó "Franco" y le vistieron para la ocasión. "Mandó hacer un traje a medida para ellos", ha explicado Alicia. "Tenía una foto que nos mostraba ella que había sido cuidada por la familia Franco. Supuestamente ella es esta", afirma señalando la imagen, en la que realmente aparece el bisnieto del dictador.