Parece un simple mini cruasán, pero los manolitos se han convertido en el desayuno de moda en Madrid. El dulce se crea a 40 kilómetros de la capital, en la sierra. El producto estrella de la pastelería donde vio la luz ya supone el 70% de las ventas del negocio, y eso hace que la fama del pequeño cruasán atraiga a los medios de comunicación.

El éxito de los manolitos llama la atención de un inversor, que intenta competir con la pastelería Manolo. "Pablo Nuño, empresario, junto con Álvaro Morata, montó 'Crosantino' para hacer la competencia a Pastelería Manolo. Es la primera copia de los manolitos", explica Isabel Aires, experta en marketing alimentario. En 2017, ambas casas llegan a un acuerdo, y la fusión da lugar a 'Manolo bakes'. De esta forma, el mini cruasán conquista la capital de España.

Tras abrir 12 tiendas en Madrid, el negocio se extiende a Coruña, Zaragoza y Cáceres, y ya se prepara el salto al mercado internacional. Nuño afirma que lo que le preocupa "no es crecer en volumen de tiendas, sino no perder la calidad" de su producto. Repite los mismos mensajes en todas las entrevistas, y la estrategia llega a los dependientes de las tiendas.

Entre ellos, a una de sus antiguas empleadas, que prefiere no mostrar su identidad después de un año trabajando en uno de los establecimientos de Crosantino por un contrato de confidencialidad. ¿Qué pretendía la empresa con ese tipo de contrato? Ella lo tiene claro: "Proteger su proceso de elaboración de producto". Pero ¿por qué?

"Nosotros simplemente recibíamos el producto ya preparado, ya horneado. En las pastelerías no se hace ningún manolito. Llega el producto final para el consumo directo", explica la empleada, que asegura que el proceso de fabricación es "totalmente industrial", y detalla cómo funciona ese proceso: "Nuestros superiores nos decían siempre que teníamos que comunicar que el manolito es un producto que se elabora diariamente, que es artesano y que es fresco. No se traslada que es un producto congelado".

El director ejecutivo de 'Manolo Bakes' admite que sus famosos manolitos "artesanales" son ultracongelados