Desde Pozoblanco, donde el guardia civil vivía en abril de 2016, convoca a la Manada. Les promete una noche inolvidable.

La fiesta comienza con una particular sesión de fotos en el apartamento del guardia civil en prácticas. Prenda, el peluquero y el militar se disfrazan con el uniforme oficial de la Guardia Civil. Posan incluso con varias armas.

Tras cuatro horas consumiendo alcohol en el apartamento, continúan la fiesta en un bar, ubicado en la misma urbanización

A las 3 de la madrugada, los cuatro amigos ponen rumbo a las fiestas del pueblo de al lado y en el botellón, Prenda informa al grupo de amigos de WhatsApp de todos sus movimientos: "Le quitamos a unos notas la coca con la placa. El Alfonso y yo. Medio gramo de cocaína".

Así lo relata una testigo: "Hubo extorsión a chicos por temas de estupefacientes, utilizaban sus placas para sacar lo que tuvieran. Daba igual que fuera un bar o una feria. Usaban la placa para conseguir droga y la usaban para su consumo propio".

"Es un delito penal, usurpación de funciones públicas", contaba Francisco Cesteros, perito judicial. Además, añadía que hay vídeo de cómo consumen cocaína.