Carlos no encontraba trabajo en ninguna empresa y decidió hacerse autónomo. Su cotización es la más baja porque no puede permitirse más, aunque sabe que su futura pensión se verá mermada. Mª José Valdivieso se quedó en paro tras años trabajando por cuenta ajena y, aunque ahora se ha reinventado como autónoma, teme que su pensión se vea resentida. Mª Luisa Guerrero tiene ahora una pensión con la que apenas le llega para vivir, aunque eso no impide que ayude a los miembros de su familia que se quedan en paro. Belén Guerrero tiene 39 años y a lo largo de su vida ha trabajado de forma interrumpida por periodos de paro. Como muchos de su generación, no sabe qué pensión podrá tener en el futuro. Son cuatro de las muchas historias detrás de los datos sobre nuestro sistema de pensiones. Pulsando sobre cada uno de ellos podrás conocer sus casos.