El jefe infiltrado visita uno de los restaurantes Toro Burger y descubre que una de sus empleadas desconoce la carta. Unos clientes son atendidos después de un rato de espera y, una vez sentados a la mesa, uno de ellos pregunta por una hamburguesa de pollo, pero Dariela le informa de que tiene "un coste extra de tres euros".
"No sé si reír o llorar. No lo hay", dice asombrado el jefe, y explica que se puede elegir una hamburguesa de vacuno, de pollo o vegana sin ningún tipo de incremento en el precio. Así, descubre que la camarera desconoce los ingredientes de la carta y estas explicaciones en cada servicio traen consecuencias.
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Una compañera descubre que había varios platos preparados en la cocina que no se habían llevado a la mesa y se ve obligada a pedir disculpas por la larga demora. Descubre la justificación de Dariela sobre su despiste.
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El jefe infiltrado se enfrenta a una empleada por saltarse la ley: "¿Sabes que eso está prohibido?"
Héctor Pérez, dueño de Forno de Lugo, se quitó la máscara el día de las revelaciones tras su infiltración en la empresa. El jefe infiltrado reveló su verdadera identidad y tuvo que hacer frente a algunas situaciones bastante tensas.