Este domingo se ha celebrado en Turquía las elecciones presidenciales y Erdogan ha ganado esta vuelta, pero sin alcanzar la mayoría absoluta. Por lo que tendrá que volverse a ver las caras contra su opositor el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu el próximo 28 de febrero. Pero, ¿por qué no le ha pasado factura la crisis económica ni el terremoto de febrero en estas elecciones?

"Es su mezcla de islamismo y nacionalismo mezclado con mucho populismo", comenta Mikel Ayestarán, que informa que no ha perdido ni una elección desde que ganó, en 1994, la alcaldía de Estambul.

A esto se suma que ha puesto en marcha "medidas de impacto directo" como "pagar las facturas del gas, subir las pensiones subir el salario mínimo". A esto se suma que "tiene un público muy fiel y por eso no pierde una elección desde el 94". De hecho, en las zonas más afectadas por el terremoto de febrero ha ganado con amplia mayoría, en el epicentro, concretamente "con el 72% de los votos".