Fausto Canales podrá por fin enterrar dignamente a su padre, asesinado durante la Guerra Civil en Pajares (Ávila). Este miércoles, el grupo de forenses que trabajaba desde hace semanas en el Valle de Cuelgamuros ha logrado identificar a cuatro víctimas enterradas allí, entre las que se encuentra el padre de Fausto Canales.

Estos restos estaban en la caja 198, donde el franquismo introdujo los cadáveres de hasta diez represaliados. También se ha identificado a una mujer y a otros dos hombres.

Fausto ha contado en laSexta su lucha por encontrar a su padre durante más de dos décadas. En El Intermedio, explica que su padre era jornalero, de una familia "muy humilde de pastores". "Era honrado, muy recto, debía ser serio. Sabía muy bien leer y escribir", recordaba el pasado mes de marzo con Andrea Ropero.

"Le fusilaron la madrugada del 20 de agosto de 1936. En esa época tenía 2 años y mi hermano, 4 años. Le hacen vestirse y se lo llevan a 30 kilómetros, a una cuneta donde le fusilaron", asegura, llevándole a una fosa a 200 metros del lugar donde le habían asesinado.

Fausto logró dar con la caja de su padre en Cuelgamuros tras fijarse "una serie de objetivos", siendo el principal "comprobar que eso era cierto". "No había documentación ni información personal", afirmó Fausto, de 90 años, que quería recuperar esos restos y preparar una denuncia.

Tras más de 20 años intentando recuperar los restos de su padre y de su tío, Fausto lamentaba los intentos de la ultraderecha por retrasar estos intentos. "No tenéis más que poneros en el lugar de las víctimas. Es recuperar los restos de tus seres queridos para tener un lugar donde llorarles", explica.

"No ha habido voluntad política por parte de ningún Gobierno, hasta este, de hacer algo ante estas demandas tan justificadas", criticaba. Ahora, Fausto por fin podrá dar una digna despedida a su padre.