Palma de Mallorca es una de las ciudades más tensionadas por la vivienda. El problema de la vivienda no solo afecta a los trabajadores con los salarios más bajos sino también a los empleados del sector público que trabajan en Baleares.

Carolina Rodríguez es enfermera en un hospital público, pero reconoce que también trabaja en la sanidad privada debido a los alquileres, pues asegura que para llegar a fin de mes y pagar el alquiler "no basta con un sueldo de funcionario normal": "Tengo que doblar y aún así es trabajar para poder pagar la casa".

La almeriense explica que cuando buscas piso allí, suelen encontrarse precios desorbitados e incluso se ofrecen balcones o bañeras en alquiler por 300 euros para dormir. Rodríguez admite que se ha planteado abandonar la isla y advierte de una falta de sanitarios: "Los que ya estamos en el hospital hacemos horas de más porque hay falta de enfermeros". Además, señala que muchos no quieren trasladarse allí porque "no pueden pagarse la vivienda con un sueldo de funcionario, algo que en principio, "en cualquier lugar es para vivir bien no para sobrevivir".

Alex Julià cuenta que acaba de volver de Formentera de un contrato de interinidad como maestro y declara que "fue una odisea". Este apunta a un problema con las viviendas por los alquileres turísticos, pues expone que pueden llegar a pedir mil euros a la semana en verano: "Es un negocio, una mina de oro. Si en verano se pueden sacar 9.000 euros, no lo alquilan todo el año".