El Open Arms se dirige rumbo a Gaza con ayuda humanitaria, aunque por seguridad no se van a revelar los detalles de la ruta exacta del barco, ni el momento, ni el lugar al que llegará. Además la embarcación tiene restringidas las comunicaciones.

Laura Lanuza, portavoz de Open Arms, explica que toda la operación ha sido "revisada" por Israel. "Nos dieron luz verde en su momento, la carga fue inspeccionada y escaneada y también inspeccionaron nuestro barco", apunta.

La portavoz cuenta que sus colaboradores, la organización World Central Kitchen, llevan semanas sobre el terreno y relatan que "la situación está al límite". "Ellos saben y son conscientes de que la situación es realmente extrema y cualquier vía de entrada de comida a la zona es imprescindible y fundamental", subraya, y señala que la idea es que este corredor humanitario sea "el primero de muchos otros viajes".