Ángel Hernández contactó con El Intermedio instantes después de ayudar a morir a su mujer. Lo hizo habiéndolo consensuado con ella y el principal motivo, explica, porque se habían conocido en octubre, cuando Gonzo entrevistó a la pareja, y porque "tenía mucha confianza" en el periodista.

"Había que distribuirlo a los medios", explica Ángel, porque "todo lo que gráficamente no se hace, no existe, te pueden decir que no es cierto". Esta estrategia la comentaban y discutían juntos María José y Ángel, y grabaron los vídeos los distribuyeron a los medios para concienciar: "Nosotros sabíamos que, igual que María José, había cientos de personas. Hay que divulgarlo".

Para ellos, esto ha sido su manera de poner un granito de arena, "una acción para mover conciencias" y que María José no fuese "una fallecida más". Además, Ángel reconoce que dilató el momento hasta ahora: "Confiaba en que la eutanasia iba a ser aprobada, pero al disolver la Cámara porque iba a haber unas nuevas elecciones, pensé que ya no había nada que hacer".

El mensaje que daría a aquellos que no creen que una persona como María José tenga derecho a elegir cómo morir, es conciso: "Piense usted en su familia, no en la mía". Y alega que todos "somos libres para decidir por nuestra vida y muerte, mientras no hagamos daño a terceros".