Cristina Gallego se convierte en 'La niña de Cáceres' para unirse, como cuenta, "a la moda del toreo, que es lo que se lleva ahora". "Los toros están más vivos que nunca, sigue siendo una actividad cultural a la que se le está inyectando una gran cantidad de dinero público", añade.

Desde el año 2019 la cifra ronda los 42 millones de euros al año y con la entrada de Vox en muchos ayuntamientos, las partidas destinadas a la tauromaquia han ido aumentando hasta doblarse el algunos municipios. "Que no os extrañe que el próximo macroevento de Ibai sea 'La velada taurina'", comenta Gallego en el vídeo sobre estas líneas.

La presidenta de Extremadura, la popular María Guardiola, es una de las que más está haciendo por poner de moda la fiesta nacional. En un guiño a sus socios de Vox, ha hecho un recorte a las subvenciones para sindicatos y cooperación al desarrollo y ha aumentado el presupuesto para los toros en un 800%: "Qué estocada le ha metido a los hippies de Greenpeace", afirma la 'torera' de El Intermedio, que se pregunta "para qué quieres derechos laborales cuando puedes tener toros de lidia".

Pero los toros no son solo cosa de derechas. Eneko Andueza, candidato socialista a lehendakari, defiende a capa y espada que los toros no entienden de ideologías. Según el político vasco, son el espectáculo más democrático que existe. "Antes de salir de toriles, al toro le dejan votar a las siguientes elecciones", ironiza Cristina, que apunta que "el PSOE va a perder muchos votos, porque los morlacos empatizan con Ábalos, es el único que sabe lo que duele que te den una buena estocada".

En Pozuelo de Alarcón, por su parte, se quiere convertir en "la nueva capital del toreo", porque allí el PP pretende invertir casi 3 millones de euros en una plaza de toros que será construida en una parcela donde se iba a hacer una escuela de música. "¿Quién sufre más, el toro o los vecinos que tienen que aguantar al niño que está aprendiendo a tocar la batería?", argumenta Cristina dirigiéndose a los "animalistas y musicólogos que vendrán quejándose".

'Mujer tenía que ser'

Nati Camacho, sindicalista, recuerda su paso por los calabozos de la Dirección General de Seguridad: "Pasar por ahí no te deja igual"

Durante las detenciones, no daban información, algo que enfurecía todavía más a los policías. La histórica miembro de Comisiones Obreras, además, llegó a ingresar en la cárcel de madres de Carabanchel estando embarazada de su hijo.