Todos los años por estas fechas se celebra lo que las Climabar llaman "la Eurovisión del clima", también conocida como la COP, el único evento en el que se reúnen gobiernos, ONG, empresas, periodistas, activistas y demás población civil para hablar de cambio climático.
Durante dos semanas solo se habla de acción climática y este año, además, se ha celebrado en Emiratos Árabes, lo que, según exponen, una "ironía", puesto que las negociaciones internacionales sobre crisis climática se hacen en un país famoso por tener mucho petróleo.
Sin embargo, animan a ser positivos, ya que en esta COP28 ha comenzado "el principio del fin de los combustibles fósiles". Por primera vez en la historia cumbres del clima hay una mención explicita para acabar con los combustibles fósiles. Los países están de acuerdo en que debe sustituirse por energías limpias y hay que alcanzar el objetivo mundial de cero emisiones netas para 2050. Aunque no especifican cómo, ni cuando ni con qué dinero se va a financiar esta transición energética.
"Parece que han intentado contentar a todo el mundo y eso nunca funciona", manifiestan. En general, "el texto final está lleno de lagunas jurídicas, no hay fechas límites y se habla súper poco de los dineros", lamentan, y exponen que ese dinero es "la clave para la transición energética".
Las activistas predicen que la financiación va a ser "el temazo" de las próximas cumbres y confiesan que si esta COP les ha enseñado algo es "la necesidad de una reforma financiera internacional, especialmente para ayudar a los países vulnerables en su transición energética y su adaptación a los impactos climáticos".
"Cerrar las principales lagunas del texto, abordar la naturaleza, hacer que los sistemas financieros y comerciales sean más justos para la política climática y arreglar los mercaditos de carbono será vital durante las próximas cumbres", aseguran.
Tirar del hilo
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