A pesar de que muchos organismos nacionales e internacionales vienen denunciando la situación que se vive en la Cañada Real, el asentamiento vive su tercer invierno sin luz, calefacción ni agua caliente. Andrea Ropero se ha trasladado hasta allí, donde ha podido recoger los testimonios de algunas de esas 4.000 personas afectadas, entre las que hay una importante cantidad de niños, ancianos y enfermos.

Houda Akrikez, vecina de la Cañada, define su situación como "lamentable". "A nada más de 14 kilómetros del centro de Madrid tenemos el tercer mundo", afirma esta mujer, que explica que sus hijas "están cada vez más decepcionadas, ya no creen en el cambio". "No es normal estudiar con una vela, taparse con cinco mantas para poder dormir o que se congele el bolígrafo mientras estamos estudiando", se lamenta Houda, que está convencida de que "no llega la luz por los intereses urbanísticos": "El terreno de la Cañada Real es muy jugoso", afirma.

En el vídeo sobre estas líneas, Houda también explica a Andrea Ropero la reacción de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Mezzola, cuando le expusieron su caso: "Se quedó en pánico", afirma.