La situación en la Cañada Real no ha cambiado un año después del corte de luz. Así lo ha podido comprobar Andrea Ropero, quien ha visitado la zona y ha charlado con Kadhiya Ajahiou una joven universitaria que pasa de estudiar en el centro de Madrid cada día a volver a una casa sin luz, teniendo que cruzar una autovía y estudiando con abrigos y mantas.

Ser estudiante allí, explica, les cuesta el triple de trabajo: "Por vivir aquí nos cierran un montón de puertas. Teníamos una escapatoria a través de los estudios, pero con el corte de luz nos han cerrado otra puerta". Ella quería ser medico, pero finalmente optó por Enfermería porque el periodo de estudio es más reducido y su sueño es salir del barrio cuanto antes.

Kadihiya ha explicado además el estigma con el que vive a diario: "Han sido 18 años de vida de estar siempre por debajo del resto y de estar avergonzada. Estando aquí soy una y estando fuera soy otra y es una lucha constante tener todos los días la misma barrera", ha contado. Puedes conocer su historia más a fondo en el vídeo que acompaña estas líneas.

La denuncia de una vecina de la Cañada Real tras un año sin suministro eléctrico

Andrea Ropero ha visitado la Cañada Real un año después de que se produjese el corte en el suministro eléctrico para comprobar, de la mano de los vecinos, cómo la situación no ha cambiado y tienen miedo a un nuevo invierno frío.