Rosa López visita su antiguo colegio junto a Albert Espinosa. En una de las aulas le espera una sorpresa muy especial: su maestra Concha. Ambas se funden en un emotivo abrazo. El mismo Espinosa reconoce emocionarse con el encuentro, en el que rememoran varios aspectos de la infancia de Rosa.

"No paro de pensar en lo que me arrepiento de no haber sido buena estudiante", lamenta la artista, si bien la maestra la contradice. "No eras tan mala estudiante, y lo que sí es cierto que eras buena gente", responde, tajante. "Noble y callada, en el colegio no creaba conflictos", asegura Concha.

Ambas recuerdan anécdotas de su viaje de estudios. "Fue una semana que estuve sin tirarme un pedo", confiesa la cantante, entre risas, y se dirige a su maestra. "Perdóname que sea tan maleducada, pero fue por la vergüenza de que estaba Enrique", el niño del que todas "estaban enamoradas", asegura López.