Alberto Chicote visita la casa de Alejandro en Málaga para conocer a su familia y a Cristina, su novia y la única persona para la que cocina el joven cocinero de 23 años.

Con un plato de pimientos confitados y rulo de cabra Alejandro recibe a Chicote al que le desvela su secreto: "Yo cocino solamente para mi novia. Para mi familia no he cocinado todavía", confiesa. Una afirmación que corrobora su madre que entra en escena para presentarse al chef. "Es un jeta. A mí no me cocina absolutamente nada", señala.

Otra presentación que vive Chicote en la casa familiar es la de Cristina, el "dulce amor" de Alejandro. "Yo la quiero desde el día que la conocí. Es lo más bonito que me ha pasado en mi vida. Es mi calor y mi luz cuando me levanto", asegura.

La novia de Alejandro se muestra orgullosa de "lo buen cocinero que es" su pareja, con la que discute "a veces". "Siempre nos peleamos pero luego lo que viene es el turrón", bromea.

Otros momentos destacados

Alejandro ha logrado derribar ya muchas barreras de la sociedad para las personas con discapacidad. Es independiente, trabaja en lo que le gusta y vive solodesde hace unos años.

Una independencia que siempre le ha inculcado su madre porque, aunque a veces cueste o sea doloroso, ella sabe que no siempre va a poder estar para defenderle. "Tu tienes la misión de romper barreras y de decirle a la gente 'estoy aquí'", es lo que siempre le ha dicho su madre.

La familia es muy importante para Alejandro y no puede aguantar el llanto cuando Chicote le cuenta que va a poder hacer una prueba para trabajar en el restaurante de Dani García. Así está más cerca la posibilidad de estar al lado de su novia y su familia cumpliendo su sueño.

La prueba de Alejandro en el restaurante no es fácil y los nervios le juegan alguna mala pasada aunque al final podrá dar una buena noticia a su familia y a su novia Cristina.