Chicote conoce a Alejandro un poco más gracias a Isabel, su jefa en el restaurante. Un joven luchador, que elimina barreras día a día y que ha conseguido lo que pocos consiguen con 23 años: independizarse.

Lola Jiménez, la cocinera de El Altillo, le explica a Alberto Chicote cómo es Alejandro y cómo se enfrenta a la barrera real con la que se encuentran las personas como él diariamente. A pesar de la falta de "confianza" que tienen las empresas para "contratar a una persona con discapacidad", Alejandro no sólo ha conseguido un puesto de trabajo como cocinero, también ha conseguido irse de casa.

"A pesar de tener Síndrome de Down ha conseguido tener lo hoy en día casi ningún joven consigue, tener independencia de vivir solito", le cuenta Lola al chef.

La cocinera es realista y valora muy positivamente su trabajo y su esfuerzo. Aunque reconoce que a Alejandro "le cuesta aprender un poco más" asegura que "es capaz de hacerlo" y "lucha y lucha hasta que lo consigue".

Así lo comprueba Chicote al visitar la cocina en la que el joven cocinero trabaja. Allí Alejandro le confiesa la pasión que siente por la cocina "desde pequeño" y el sueño por el que lucha: "trabajar con Dani García" en Málaga. "Yo me veo capacitado para trabajar en cualquier sitio", asegura.

Otros momentos destacados

Una independencia que siempre le ha inculcado su madre porque, aunque a veces cueste o sea doloroso, ella sabe que no siempre va a poder estar para defenderle. "Tu tienes la misión de romper barreras y de decirle a la gente 'estoy aquí'", es lo que siempre le ha dicho su madre.

Aún así, la madre de Alejandro también reconoce que el joven es un jeta y así se lo hace saber a Alberto Chicote. "No ha cocinado nunca para mí", le cuenta. El chef le dice a Alejandro que "le va a coger del cuello" al enterarse de que ha cocinado para su novia pero no para su madre.

La familia es muy importante para Alejandro y no puede aguantar el llanto cuando Chicote le cuenta que va a poder hacer una prueba para trabajar en el restaurante de Dani García. Así está más cerca la posibilidad de estar al lado de su novia y su familia cumpliendo su sueño.

La prueba de Alejandro en el restaurante no es fácil y los nervios le juegan alguna mala pasada aunque al final podrá dar una buena noticia a su familia y a su novia Cristina.