Pedro Sánchez ha marcado un "punto y aparte" en la agenda política nacional tras cinco días de reflexión. En su discurso, el presidente del Gobierno se ha comprometido a tratar dos temas importantes: la desinformación y la reforma judicial.

Al denunciar el problema de los bulos y la desinformación, Sánchez ha destacado la perversión democrática que supone confundir la libertad de expresión con la libertad de difamación. Condenando los ataques deliberados a la verdad.

De esta forma, ha indicado que tomará medidas sobre este asunto, destacando el daño irreparable que las noticias falsas causan a la democracia.

Una regulación a los medios muy criticada por el PP, que ha acusado a Sánchez de querer controlar a la prensa. Javier Pérez-Royo se ha pronunciado sobre este asunto en Al Rojo Vivo, dejando claro que es imposible que se produzca ese control.

El magistrado ha indicado que es impensable que realmente "se pueda hacer algún tipo de control", asegurando que nadie puede regularlos. "Hay medios que no ejercen libertad de expresión, pero tenemos que aguantarnos", ha asegurado.