La carta completa, publicada en 'usmagazine.com', es la siguiente:
"Sé que no nos conocemos bien, pero mi hijo Sawyer y el tuyo están en la misma clase. Entiendo que tu hijo haya enviado invitaciones de cumpleaños a toda la clase salvo a Sawyer, que no estaba invitado.
Quiero que sepas que no esperamos que inviten a Sawyer a todas las fiestas de cumpleaños. De hecho, cuando Sawyer celebró su cumpleaños el año pasado invitamos a algunos pocos amigos íntimos, como queríamos que fuera, por estar cerca las fiestas de Navidad. Pero no es el caso. De hecho, has invitado a los 22 niños de la clase excepto a mi hijo. Sé que no es porque sea malo, porque no puede haber un niño más feliz. Sé que no es porque no sea un niño divertido, porque tiene un gran sentido del humor y su risa es muy contagiosa. Y no es porque su hijo y el mío no se lleven bien, porque varias veces Sawyer lo ha nombrado en casa. La única razón por la que se decidió que estaba bien no invitar a mi hijo es porque tiene síndrome de down.
Siento que no estés informada, puede que asustada o insegura de lo que significa tener Síndrome de Down. Sé que si hubieras sabido más sobre síndrome de Down nunca hubieras tomado esa decisión. No estoy enfadada contigo. Más bien pienso que es una oportunidad de que conozcas mejor a mi hijo. Tener Síndrome de Down no significa que no quieras tener amigos. No significa que no tengas sentimientos. No significa que no quieras ir a las fiestas de cumpleaños.
Las personas con Síndrome de Down quieren las mismas cosas que tú y yo. Quieren tener relaciones más cercanas, quieren sentirse amados, quieren contribuir, quieren tener vidas que sirvan e ir a fiestas de cumpleaños. Puede que a mi hijo sea más difícil entenderle a veces. Pero la risa y el amor que tú compartes no necesita de ninguna interpretación.
Yo era como tú. Estaba asustada, insegura y desinformada sobre el síndrome de Down antes de tener a mi hijo. Estaba muy preocupada porque mis demás hijos no fueran capaces de conectar con él de la misma manera que otros hermanos hacen. Pero estaba equivocada. Tener un hermano con síndrome de Down les ha ayudado a moldearse y crecer como individuos compasivos que saben que justo por ser un poco diferente a los demás, eso está bien. No tienen miedo de ayudar cuando alguien se pelea. Y no tienen miedo de acercarse a alguien a quien no acaban de entender. Al contrario, ha recibido mucho amor al tener a sus hermanos como los mejores amigos.
Puede que estés peleándote con las palabras que le dices a tu hijo porque él no quería que mi hijo acudiera a la fiesta de cumpleaños. Puede que hayas dejado que decidiera tu hijo que estaba bien dejar solo a una persona. Sé que puede resultar difícil educar a nuestros hijos sobre algo que ni nosotros mismos entendemos. Yo también me peleo. Pero esta es una gran oportunidad y una lección de vida para con tu hijo. Recordarán el tiempo en el que sus padres les decían que no estaba bien discriminar a nadie. Sé que quieres las mismas cosas para tu hijo que yo para el mío. Como padres, queremos que nuestros hijos gusten, que tengan amigos y que no sean dejados de lado. Y hacemos esto poniendo ejemplos nosotros y animando a nuestros hijos a tomar decisiones que quizá aún no estén preparados para ello. Pero un día mirarán atrás con el conocimiento que tú has compartido con ellos. Estoy segura de que si se anima un poco a tu hijo puede desarrollar una verdadera amistad con mi hijo.
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Solo cuando ha ocurrido esto me he dado cuenta de que Sawyer no ha sido invitado a ninguna fiesta de cumpleaños el pasado año. Los niños van teniendo una edad en la que normalmente invitan a unos pocos amigos a sus fiestas y que ellos no hacen el corte. Otros padres que conozco con hijos con Síndrome de Down comienzan el curso escolar educando sobre el Síndrome de Down, cosa que yo no hago. Siempre será Sawyer para mí y nunca he tenido la necesidad e hablar a la clase sobre Síndrome de Down hasta ahora. He dejado pasar un año sin educar a las familias. Tal vez, si lo hubiera hecho, no estaríamos en estas. Me he dado cuenta de que mi responsabilidad como madre y defensora es educar más a las familias sobre qué es el síndrome de Down y que hay más parecidos que diferencias. Ahora sé lo importante que es hablar de ello y es algo con lo que me he comprometido a hacer un mejor trabajo."