Desde primera hora de la mañana, la actividad en el Banco de Alimentos es frenética. "El hambre no espera y todos los días hay que dar de comer", explica a laSexta la directora general del Banco de Alimentos de Madrid, Gema Escrivá.

Y ahí radica la esencia de esta fundación: conseguir que nadie pase hambre. De ahí que el ritmo de los más de 300 voluntarios sea incesante no solo en las oficinas, sino también en el almacén.

Como cada año, el Banco de Alimentos ha organizado la Gran Recogida para ayudar a quienes más lo necesitan y piden donaciones para conseguir 22 millones de kilos de alimentos. "A nivel nacional, durante la pandemia pasamos de atender a un millón de persona a un millón y medio, y esa cifra se sigue manteniendo", explica Escrivá.

Durante todo el año, pero especialmente durante esta gran recogida, en su sede central reciben todo tipo de productos, que organizan y preparan para distribuir posteriormente entre las entidades con las que colaboran.

El modo de colaborar cambió el año pasado por la pandemia. Ya no es necesario comprar y entregar los productos, sino tan solo realizar una donación en el momento de pagar en la caja del supermercado.