Susana Díaz ha expresado que no tienen otra prioridad que el empleo. El alcalde aplaude la noticia. “Se nos ha encajado el cuerpo después del susto”, ha dicho Agapito Ramírez.
Pero este susto se ha convertido en alegría para los vecinos, aunque contrasta con la advertencia de los ecologistas. No olvidan el desastre que ocurrió hace 16 años, cuando se rompió la balsa que contenía los peligrosos residuos de la mina, que llegaron a amenazar el parque Natural de Doñana.
“Una actividad como esta, sin impacto no se puede ejecutar”, ha expresado Juanjo Carmona, Técnico de Oficina Doñana. A pesar de este impacto, la crisis ha hecho que prime antes el empleo en este pueblo que un posible riesgo medioambiental.