En el atestado policial de la violación a una mujer en la playa de La Malagueta se recoge la llamada a la policía que hicieron las testigos que evitaron que la agresión llegara a más.

Las dos mujeres llegaron a una discoteca a las dos de la madrugada y se sentaron en la barra: desde allí les llamó la atención el comportamiento de dos hombres con una mujer. "Así no se trata ni a un perro", declararon, según publica 'Diario Sur'.

Las testigos también describieron que la víctima, ya en la discoteca, estaba "más que borracha, súper borracha". Situación que aprovechaban sus acompañantes para manejarla y agarrarla "como si fuera un muñeco, de forma brusca y obscena".

De hecho, precisan que la mujer se encontraba en estado de anulación y los dos hombres que iban con ella la trataban "como si fuera un trapo". Cuentan también que uno de ellos se la llevó a la calle y que la chica se tambaleaba e intentaba regresar dentro, pero él no la dejaba.

Las testigos, preocupadas, decidieron seguirlos y observaron cómo este hombre se metía en la playa con la víctima. Alarmadas, llamaron a la Policía y mantuvieron la llamada escondidas tras un letrero.

Desde allí observaron como uno de ellos forzaba presuntamente a la víctima y el otro se sentó a escasos metros. A la chica, en se momento, la describen como "medio muerta".

Entonces apareció un tercer individuo y se sentó junto a ellos, según su testimonio, "cómo a esperar su turno". Pero él es el único que ha quedado en libertad, dice su abogado que solo estaba tomando una cerveza en la playa y no tenía intención de violar a la víctima.