Después de nueves años y 15 kilos de peso, el cocodrilo Charlie iba este jueves a ser arrebatado de su propietario. Hasta allí se han acercado agentes del Seprona de la Guardia Civil, así como del CETIS. Sin embargo, a su llegada se han encontrado con una abogada, un representante de una organización, dos concejales de Vox de Torrijos y el propietario del reptil. "¡Hombre, son mis animales!", les decía a los agentes el dueño de Charlie.
"Si ustedes se lo llevan sin permiso también pueden incurrir en un delito", decía la letrada a aquellos que iban a recoger a Charlie y otras "diez serpientes", enumera el propietario de las mascotas, Fran Torres, ante los micrófonos de laSexta. Ante la negativa, los agentes han decidido marcharse, aunque con una advertencia: "Añadiremos el delito de desobediencia".
Torres explica que esta decisión llega después de la aprobación de "la ley de Bienestar Animal", sin embargo, él no duda en matizar que "la única forma de que este animal esté bien es que se quede en nuestras instalaciones hasta que un juez o una persona que realmente tenga este poder de potestad de quitarme el animal si él lo desea". Hasta que ese momento llegue, asegura que "es una locura".